Síndrome del Burnout en cuarentena: Cómo reconocerlo


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En el período actual de aislamiento social preventivo los problemas se agudizan: el home office para algunos, la soledad para otros, los jefes y la adaptación a la nueva modalidad de trabajo remoto, los chicos encerrados, las tareas escolares, la comida, el uso del tapabocas, el miedo a contraer la enfermedad y el encierro, por solo nombrar algunos factores.

El síndrome del trabajador quemado o "burnout" fue incluido en la Clasificación Internacional de Enfermedades por la Organización Mundial de la Salud, hace referencia a todos aquellos empleados que experimentan situaciones de estrés continuo en el ambiente laboral y que ahora también se podría extender al hogar. Ello les genera una gran desmotivación por el trabajo y los incapacita tanto laboral como socialmente.

Esta enfermedad no se limita al estrés en sí. La persona que se ve afectada por el síndrome pierde la capacidad de hacer frente a esta tensión laboral, se siente siempre cansado, desmotivado y su productividad se elimina casi por completo. 

Diversos estudios confirman que este fenómeno afecta más a las mujeres que a los hombres, también son más susceptibles a padecerlo personas sin pareja o con poco apoyo familiar.

Además, suele aparecer en los primeros años del desarrollo profesional de los trabajadores. Por ello, las estadísticas revelan que el porcentaje de empleados jóvenes con síndrome del trabajador quemado es mucho más elevado que en los mayores de 35 años.

Síntomas básicos

  • Cansancio o agotamiento intenso, con una sensación enorme de falta de energía.
  • Desapego por el trabajo y todo lo relacionado con el mismo. Esto puede acarrear problemas de comportamiento e insensibilidad.
  • Baja o nula autoeficacia y sensación de ausencia de realización personal.

  • Carga de trabajo excesiva: uno de los síntomas más relevantes es el agotamiento. Está directamente relacionado con la sobrecarga de trabajo o por realizar las funciones incorrectas. El empleado termina con la sensación de no poseer las habilidades necesarias para desarrollarse profesionalmente. A esa carga podemos sumar todas las actuales que ya fueron enumeradas anteriormente y que potencian el síndrome. 
  • Pérdida de control: La sensación de falta de satisfacción personal es otro de los aspectos clave. Suele asociarse a la problemática de intentar controlar todo el trabajo que debe realizarse. Puede ser el resultado de un intento de asumir más responsabilidad de la que se debería tener en el puesto.
  • Falta de reconocimiento: Los estudios globales reflejan que, de los trabajadores que renuncian a sus empleos, casi el 80% lo hacen por la falta de reconocimiento. De hecho, el 60% refleja que se siente más motivado por el reconocimiento que por la retribución económica.

  • La importancia de las comunidades: Otro aspecto muy importante que favorece o no el desarrollo del síndrome del trabajador quemado es si la persona prospera en la comunidad o es solitaria. En comunidad se comparten los elogios, el consuelo, la felicidad y el humor. Sin embargo, el trabajador independiente suele sentirse solo y es más propenso a los conflictos con los compañeros y la creación de un mal ambiente laboral. Sin duda, esto puede terminar pasándole factura.
  • Tipo de trato: Si el trabajador siente que es tratado injustamente, las probabilidades de padecer el síndrome del trabajador quemado aumentan. Con el trato injusto nos referimos a los prejuicios, el favoritismo e, incluso, el maltrato directo por parte de algún compañero.
  • La no confianza en los colegas, el gerente o el líder genera una disociación psicológica con ellos. Esto se traduce en una sensación de sinsentido para el empleado.

  • Coincidencia de valores: Siempre que los valores empresariales no coincidan con los personales, existirá un problema de coexistencia. Uno debe intentar optar por aquellos trabajos que no entren en conflicto moral con sus creencias. De lo contrario, será difícil sentirse bien en su carrera profesional y terminará padeciendo los síntomas del síndrome del trabajador quemado.

Todo esto se asocia, frecuentemente, con ansiedad, hostilidad, ira, depresión o tristeza. Además, se produce una alteración del comportamiento, abriendo paso a hábitos tóxicos.

Siempre que el empleado considere su trabajo importante y que lo realiza correctamente, se mantendrá alejado del síndrome de agotamiento.

La importancia del diagnóstico a tiempo

El estrés laboral debe ser tratado a tiempo por profesionales expertos. De lo contrario, la persona puede recibir diagnósticos erróneos o desarrollar patologías más graves, tales como depresión, ansiedad u otros cuadros psiquiátricos complejos, además el burnout también puede llegar a 'destapar' patologías orgánicas ocultas.

Dado que las exigencias del mundo laboral de la actualidad son altas y los profesionales a veces se ven sobrepasados por sus obligaciones o presiones externas. Por eso es necesario que se tome conciencia de ello, que cada persona sea capaz de detectar si sufre de los síntomas antes mencionados y que acuda a un buen tratamiento para superar la dolencia y no dejar que ésta lo afecte en su ámbito personal.



Fuente: Informe Adecco